Portogruaro Foto di Mattia Rinaldi
Ciudades amuralladas en la provincia de Venecia

Noale
Detalles del itinerario. Periodo recomendado Primavera, Verano, Otoño, Invierno Teléfono

Probablemente una de las mejores experiencias para vivir en Venecia es «perderse» por sus callejones para descubrir su auténtica esencia. Encontrarás los bacari, sus locales típicos. En estas pequeñas tabernas, donde a menudo se está de pie, la comida y el vino se juntan perfectamente y los tradicionales cicchetti (el picoteo de diferente tipo), acompañan a una ombra, es decir, una buena copa de vino.  

Defendida de manera natural por las aguas, Venecia ha organizado la defensa de la laguna y del corazón de la Serenísima a través de la defensa del acceso principal del puerto al Lido, construyendo los dos castillos opuestos de S. Andrea (1571) y de S. Nicolò (1574). 

A continuación, el acceso al puerto de Chioggia fue defendido con el Forte S. Felice, los lidos con las islas Caroman, S. Pietro, Alberoni, Campana y Poveglia (siglo XVII) y el acceso al puerto de Malomocco con los fuertes Alberoni y S. Pietro, del año 1646. Es visita obligada al Arsenale (siglo XII) que, durante siglos, ha sido el más grande del mundo. Sobre la muralla, el busto que representa la figura de Dante Alighieri recuerda la visita a Venecia del poeta en 1321.

Portogruaro es una "pequeña Venecia" que sigue desvelando toda la magia de una ciudad amurallada. Merece la pena visitar el majestuoso palazzo municipale, los molinos sobre el río con el oratorio dela Pescheria y el pozo de Pilacorte con las dos grullas esculpidas por Turchetto. 

Continuamos con Noale, cuyo símbolo es la Rocca del siglo XII, defendida por terraplenes y fosas así como por dos puertas fortificadas en el muro. A la entrada de la ciudad, los visitantes serán recibidos por la Colonna della Pace del siglo XVI y podrán admirar la piazza Castello y la Parrochiale de los Señores Felice y Fortunato del siglo XV.


Venecia está formada por más de 100 islas, desde las más populares a aquellas menos conocidas, conectadas por más de 400 puentes. Sus calles se llaman «calli», del latín callis - sendero, y hay más de 3000.