En el corazón de la llanura véneta late un corazón verde: es el de las Colinas Eugáneas, destino poco conocido excepto para las localidades termales cercanas.
Por el contrario, basta dejar Padua atrás y pronto te cautivará la belleza de suaves relieves cónicos, por un entorno de origen volcánico de más de 40 millones de anos, por vistas extraordinarias que alternan viñedos geométricos con olivares, huertos y los lugares llenos de arte y cultura.
Nuestro consejo es el de descubrir sus tesoros según la red de rutas y senderismo que se puede practicar a pie, en bicicleta o a caballo. Especialmente bonitos son las rutas dedicadas al cicloturismo.
Pueblos, fortalezas, castillos, ciudades amuralladas, villas vénetas, lugares de silencio y meditación: ¡tan solo tendrás que elegir!
Por ejemplo Arquà Petrarca, una verdadera joya que forma parte del restringido Club de los Pueblos más Bonitos de Italia. O Monselice y Este, ciudades amuralladas conocidas por su planta de origen medieval. Además, no faltan villas vénetas que con su arquitectura adornan el territorio de las Colinas Eugáneas: descúbrelas en una búsqueda del tesoro ideal. Luego haz una parada en una de las estructuras de alojamiento que se encuentran a lo largo de la Ruta del Vino para degustar las deliciosas especialidades enogastronómicas. Y, por último, el merecido descanso en una de las localidades termales de la zona.
