Pellestrina

Foto di Libero Cavinato

Pescadores, encajes y maravillosas playas

Pequeños núcleos habitados que se asoman a la laguna, grupos de casas bajas y variopintas, huertos cuidados y playas salvajes: estos son los ingredientes que hacen de Pellestrina, una larga y estrecha isla enclavada entre el puerto de Chioggia y el Lido de Venecia, una verdadera y genuina joya.

La historia de Pellestrina se remonta al Alto Medioevo, pero es en el siglo XIV cuando familias provenientes de Venecia y de tierra firme empiezan a quedarse en esta zona para dedicarse principalmente a las actividades ligadas al mar.

Isla de pescadores, Pellestrina conserva intacta su historia y sus tradiciones. En el burgo de San Pietro in Volta, el más antiguo entre los pueblos de este ángulo de la laguna, el carácter marinero del lugar se afirma claramente, auténtico y popular. En el pequeño paseo marítimo, todas las casas miran al mar, recibiendo al visitante en una fila de fachadas de vivos tonos.

A la mesa, Pellestrina también desprende el aroma a mar. Sardinas, anchoas, almejas y calamares enriquecen una cocina profundamente ligada a los productos de pesca.

La mejor manera de explorar la isla en es bicicleta. Desde Chioggia o Lido parten ferries muy prácticos que en unos minutos de navegación llegan hasta los pueblos de la isla. Desde aquí, se descubren lugares de Pellestrina recorriendo los 10 quilómetros de longitud, admirando los muros de defensa que definen el horizonte y, avanzando hacia el extremo meridional, desde donde, a través de un muro de conexión, se llega hasta el oasis natural de Ca' Roman.

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