El recorrido empieza desde Asolo, con la majestuosa Rocca, el castillo de la Regina Cornaro, el Palazzo della Ragione y la Catedral. Castelfranco Veneto rinde homenaje a su hijo ilustre, el Giorgione, a través del Museo que lleva su nombre y el Duomo con la tan famosa “Madonna con el Bambino in trono” (La Virgen con el Niño en el trono). Dentro de las murallas del siglo XII, se encuentra también el Teatro Académico. 

Continuamos por las tierras del Prosecco. Conegliano es la ciudad natal del pintor Giambattista Cima: el Duomo, con la sala anexa de los Battuti, conserva el retablo “Madonna col Bambino e angeli" (La virgen con el niño y los ángeles). Es visita obligada al Castillo con la Torre de la Campana, actual sede del Museo Civico. 

Vittorio Veneto es el resultado de la integración entre dos municipios distintos, el de Ceneda y el de Serravalle, unificados en 1866 para formar una nueva ciudad. Queda poco de las antiguas fortificaciones, pero merece la pena visitar el Palazzo de la Comunità, el Duomo de Santa María la Nuova con un retablo de Tiziano, y el Santuario de Santa Augusta. En Ceneda, patria de Lorenzo De Ponte, se encuentran el Museo della Bataglia y el castillo de San Martino.

Las murallas de Treviso han sido requeridas por la Serenissima y actualmente están bien conservadas. La Porta Santi Quaranta, il Bastione di San Marco, el Ponte Pria y la Porta Altinia son solo algunas de las estructuras fortificadas que la ciudad ofrece al turista que desea descubrir su importante pasado. 

Las otras ciudades amuralladas de la provincia de Treviso son San Zenone, Roncade y Portobuffolè.