En la cumbre del Monte Berico, en el cerro que domina por el sur-oeste la ciudad de Vicenza, surge el más conocido y visitado santuario veneto dedicado al culto mariano. Sus orígenes están vinculadas a las apariciones de la Santísima Virgen en estos lugares: la primera en 1426, la segunda en el año siguiente.

Años particularmente difíciles para Vicenza, azotada por una terrible pestilencia. La tradición recuerda que en ambas apariciones la Virgen había solicitado a una joven que se hiciera portavoz de un pedido: la construcción en aquel sitio de una Iglesia dedicada a Ella con la promesa del fin de la peste. Así fue. Y desde aquel momento comenzaron los peregrinajes de los fieles desde todas partes. 

El complejo monumental es el resultado de dos construcciones sucesivas, una gótica y una barroca. Frente a la fachada septentrional se abre la Plaza de la Victoria, una terraza panorámica desde la que se puede dejar vagar la mirada por los dulces paisajes de los Colli Berici (Cerros Béricos).

Los recorridos que llevan al Santuario Madonna di Monte Berico son dos. Partiendo a los pies del cerro, se puede escoger recorrer la vía de los "portici" (pórticos), un paseo que permite disfrutar de la vista de la ciudad desde lo alto a través de aproximadamente 700 metros de pórticos interrumpidos por breves descansillos en forma de pequeña capilla, para simbolizar los 15 misterios y las Ave Maria del Rosario.

El monumental Arco delle Scalette (Arco de las escalerillas) erigido en honor de la Santísima Virgen en la plaza Fraccon en Vicenza, es en cambio el punto de partida de la pintoresca escalinata de 192 peldaños.