En la primera mitad del siglo diecisiete el pueblo de Bovolone (en la provincia de Verona) se convirtió en meta importante del peregrinaje por la fuerte devoción popular en las comparaciones de una estatua en mármol de la Virgen en el trono con el Niño (ambos visten el traje con una correa, de allí el nombre del Santuario). Estando en las crónicas del tiempo fueron tanto los votos, las ofertas y las tabletas con las gracias dirigidas a la Bendita Virgen que se decidió construir una iglesia, terminada en 1650 y desde entonces lleva el nombre del Santuario de la Virgen de la Correa.

La iglesia tiene una forma simple con una sola nave. Sobre el sagrario se colocó una imagen de la Bendita Virgen con la Correa. En el interior se encuentran algunas pinturas interesantes en las paredes laterales: un 'Jesús presentado al pueblo' y 'La adoración de los Magos'. Otros dos bellos lienzos representan a los santos mártires Giovita y Faustino. Asimismo, son valiosas las obras en mármol rojo que data del siglo diecisiete: las pequeñas ménsulas sostenidas por querubines a los lados del presbiterio, la pila en concha ubicada al centro de la pared derecha de nave y el gran pilón redondo ubicado al lado derecho de la entrada. Desgraciadamente, las depredaciones napoleónicas de 1796 han dejado poco o nada de la decoración y del mobiliario litúrgico original.