Foto di Martina Trevisanato
Jardín Botánico de Rosolina

Detalles del itinerario. Periodo recomendado Primavera, Verano, Otoño Teléfono+39 0426 68408
Se recorre a pie. Entrada de pago. 

Las maravillas de la naturaleza que en él se encuentran apasionan a numerosos turistas y a estudiosos que visitan el Jardín Botánico Litoral situado en Porto Caleri, borde extremo del litoral de Rosolina Mare, en la provincia de Rovigo. De hecho, este Jardín se ve envuelto por un ambiente único y de gran interés científico. Se visita a pie recorriendo sus características pasarelas de madera y observando la vegetación típica del ambiente litoral-marino.

En sus 44 hectáreas de extensión, se concentran una decena de ecosistemas: desde el pinar al cordón de dunas de la costa y a la zona húmeda de agua salubre, alcanzando un total de cerca de 220 especies vegetales. Es igualmente interesante la presencia tanto de dunas internas estables que ya no están sujetas a la acción del viento, como de dunas embrionarias, móviles, en vías de formación. El Jardín, que no ha sufrido intervención alguna de modificación estructural del hábitat existente, valora las especies espontáneas de la zona, tales como la orquidea espontánea, desaparecida casi en todas partes.

Hay tres recorridos de visita de paso circular y contiguo: el recorrido A de 600 metros que se desarrolla por la zona boscosa, el recorrido B de 1650 metros a través del que se observa la evolución de la vegetación desde el litoral hasta las dunas internas y se descubren flores raras; y, finalmente, el recorrido C de 2850 metros, que muestra todos los ecosistemas presentes: desde el pinar hasta las arenas o hasta la maquia mediterránea, para terminar en las zonas húmedas. Además de las hermosas especies vegetales, se puede admirar interesantes especies de la avifauna, tales como las garcetas, las garzas, los charranes, las gaviotas, los patos y los aguiluchos laguneros.


Un placer para los ojos de grandes y pequeños para conocer ejemplares difícilmente visibles en otros lugares. No te puedes olvidar la cámara de fotos para captar la rara flora del final de la primavera o el paisaje selvático de la maquia y de la playa natural.