En canoa o con medios náuticos pequeños adaptados a las poco profundas lagunas, se pueden descubrir ángulos maravillosos del paisaje diseñado por el río Po.

Nuestro viaje empieza en el Po de Venecia, la mayor rama del río, a la altura de la cuenca de navegación de Volta Grimana, fabricación majestuosa que une el Delta del Po de Levante al litoral véneto, la antigua línea navegable de Serenísima memoria que conduce a Venecia.

Desde aquí, dejándonos llevar por la corriente, pero prestando la justa atención a los símbolos fluviales, descendemos el curso inmersos en un escenario fantástico. Una mezcla de verde, ofrecido por una naturaleza exuberante, y de azul, color del que se pinta el río, reflejando el cielo terso. Éste es el ritmo del Po. 

Pronto nos adentramos en el Po de Maistra. La densa vegetación envuelve en la sombra la primera parte del río como si fuera una gigantesca sombrilla natural, creando un hábitat ideal para los centenares de especies animales. Se recorre un pequeño tramo hacia el valle y aparece, a la derecha, el Po delle Tole, ambiente caracterizado por la vegetación típica de los cañaverales, arbustiva en su mayoría. Amplias zonas arenosas y lagunas se perciben a la izquierda.

La pernoctación, con amarres públicos y privados en uno de los puertos organizados del Delta, nos ofrece el privilegio de despertarnos con el canto ensordecedor de los centenares de especies voladoras: garzas, somormujos lavancos, zampullines y muchos otros.