Lorenzo Lotto - Adorazione del Bambino

Lorenzo Lotto


Veneciano de nacimiento y de formación, Lotto es una de las figuras más singulares de la pintura véneta renacentista de entre los siglos XV y XVI. 

Comienza su recorrido artístico, desplazándose por las sugestiones de la obra de Giovanni Bellini, inspirándose de la producción de Cima de Conegliano, de Antonello da Messina y de Albrecht Dürer para encontrar su cifra expresiva, fuertemente caracterizada un sentido individual.  Fueron precisamente la originalidad y el anti conformismo del personaje los aspectos que, con el tiempo, marcaron la distancia, cada vez más sensible, de la escena artística local, dominada por la personalidad y el ambiente de Tiziano.

De carácter introvertido, inquieto, solitario y esquivo, tanto en la vida como en el arte, Lotto, a menudo, estaba activo fuera de Venecia, en las tierras adentradas vénetas, en Treviso y Bérgamo, así como más allá de las fronteras de la Serenísima República, en las Marcas y en Roma, donde, en la corte pontificia, conoció a algunos de los maestros más importantes del Renacimiento italiano, desde Raffaello hasta Miguel Ángel.  En Roma, las Escuderías del Quirinale alojaron, desde marzo hasta junio de 2011, una espléndida exposición monográfica dedicada a él.

De vuelta a Venecia, después de varios años, se trasladó definitivamente, primero a Ancona y, después, a Loreto: su huella estilística es mucho más fuerte en los centros artísticos menores, como testimonia su capacidad de crear escuela e influir en las sucesivas tendencias de desarrollo; sobre todo, en el retrato y en la pintura de personas sagradas.

No son mucha las obras que se pueden admirar en Véneto, pero, sin duda, permiten apreciar diferentes aspectos del genio creativo del artista. En concreto, se concentran entorno a dos polos. 

El primero es Venecia, donde no solo prestigiosas sedes de museos, como las Galerías de la Academia (que, entre noviembre de 2011 y febrero de 2012, han sido el lugar de una exposición en homenaje a la figura de Lotto, con pinturas procedentes del Ermitage) y la Fundación Cino, sino también otras iglesias, por ejemplo, los Santos Giovanni y Paolo, San Giacomo del Orio y los Carmini, conservan telas de importancia excepcional de mano del Maestro.  

El segundo se encuentra en tierra firme, en la Marca de Treviso: basta recordar el retablo de la iglesia de Santa Cristina al Tiverone, o el retrato en el Museo Cívico de Treviso. También es significativo el retablo de la catedral de Asolo, donde algunos ven, bajo la apariencia más bien «individualizada» de la Virgen Assunta, un retrato de la reina de Chipre, Caterina Corner, cuya corte de Asolo era animada por varios intelectuales y artistas en los años de la estancia de Lotto en Treviso.