Un viaje entre pasado y presente, entre la historia milenaria, la tradición y el arte: esto es Padua. Una ciudad rica en bellezas, tales como el restaurado Palacio della Ragione y la Loggia de los Carreresi, testimonio del antiguo esplendor del Señorío de los Carreresi; la Capilla de los Scrovegni con el precioso ciclo de frescos de Giotto; las esculturas de Donatello o las más modernas líneas del monumento de Libeskind.
Es un recorrido entre la magnificencia de los antiguos palacios, por la espiritualidad que se respira en las iglesias - entre las que destancan las Basílicas de San Antionio, de Santa Giustina y el Duomo o Catedral con su Batisterio romano -, entre el cotidiano bullicio de los mercados de la ciudad de Plaza de las Erbe y de Plaza de la Frutta, entre la grandeza de la plaza Prato della Valle y bajo sus milenarios pórticos. Asimismo, Padua es la ciudad de las ciencias que viven su desarrollo entre los antiguos muros de la sede universitaria del Palacio del Bo y a lo largo de los senderos del primer Huerto Botánico universitario de Europa.
El presente de esta ciudad, creativa y dinámica, se vive en la vivacidad de sus mercados, de sus plazas, dentro de sus refinados restarantes, en sus viejas fondas, entre las mesas de sus bares históricos como el Caffè Pedrocchi o en sus modernos locales donde se consuma el rito del aperitivo.
