Un itinerario realmente agradable es el de la Tierra del Prosecco, en el Trevigiano, entre sus suaves colinas recubiertas por viñedos en busca de los pequeños burgos. Nuestro viaje comienza en Cison di Valmarino: aquí se debe visitar el bonito centro histórico, dominado por el sugestivo Castelbrando, el castillo medieval que se eleva sobre el Col de Moi. Después, el itinerario prosigue hacia Valdobbiadene, cuyo nombre está indisolublemente vinculado con el Prosecco, vino DOCG producto exclusivo de la zona del Trevigiano, la cual debe visitarse, también, por su iglesia del siglo XVIII, la cual conserva obras de Palma el Joven y Paris Bordon. 

La próxima etapa es Possagno, ciudad que ha visto nacer a Antonio Canova; para llegar a ella atravesamos algunos pueblos característicos como los de Follina y Combai. En Possagno es posible visitar el Tempio, una iglesia atribuida a la obra de Canova, quien siguió el modelo del Panteón de Roma, y la Gipsoteca, colección de obras del gran escultor. El viaje sigue hacia Asolo, aldea que conserva aún las murallas medievales y el castillo, lugar de exilio de la reina Caterina Cornaro, que hoy alberga al teatro dedicado a Eleonora Duse.

La siguiente parada es en Maser, otra localidad vinculada a un gran artista, Andrea Palladio, cuya magnífica Villa Barbaro ha sido declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

A este punto atravesamos el territorio del Montello, una colina que se eleva al sur del río Piave, pasando por Nervesa della Battaglia, escenario de violentos combates durante la Primera Guerra Mundial, hasta llegar a Conegliano, último punto del recorrido.