Una de las figuras femeninas más interesantes de la historia de la República Serenísima es la de Caterina Cornaro, nacida en Venecia en 1454. Caterina fue esposa del rey de Chipre y Armenia pero después de su muerte fue obligada a abdicar en favor de Venecia. La Serenísima la recompensó asignándole el feudo de Asolo donde estableció una muy refinada corte.

Caterina vivió en lugares llenos de encanto que en conjunto constituye un itinerario llamativo. Se parte de Asolo donde se encuentra el castillo, residencia oficial de la reina. Asimismo, en el Museo Cívico y en el Domo de la ciudad se pueden apreciar pinturas y objetos dedicados a su imagen. En Altivole se encuentra el Barco de la Reina, un conjunto de edificios, jardines y fuentes que constituyeron 'el lugar de delicias' de Caterina.

Igualmente en Venecia algunos lugares están vinculados a la familia Corner: la Iglesia de los Santos Apóstoles, la Iglesia de San Salvador, Ca' Corner della Ca' Granda y Ca' Corner de la Reina.

En Padua, la Sala de los Gigantes fue reestructurada por Girolamo Corner, sobrino de Caterina, mientras que la Logia Cornaro se encuentra en donde un tiempo estaba el jardín del palacio de Alvise Cornaro.

El Domo de Caorle conserva la preciosa Pala de Oro del ábside central que Caterina había regalado a la iglesia en signo de reconocimiento por haber sido salvada por los pescadores locales del naufragio durante el viaje de retorno a Chipre.