El interior gardesano veronés ofrece numerosas oportunidades, ideales para excursiones breves en motocicleta: en efecto, se puede vivir una jornada al aire libre en todas las estaciones y, quizás, el otoño sea la mejor época para admirar los colores, visitar lugares de cultura y degustar platos típicos y vinos excelentes.
Una propuesta es comenzar por Pastrengo, aldea situada entre el valle del Adige y el Garda. El paisaje está dominado por viñedos, olivares y árboles de fruta, pero también por fuertes militares y edificios de origen medieval. Se prosigue por Rivoli Veronese para visitar el fuerte Wohlgemuth. Se sigue después la carretera que corre entre viñedos, pasando por campos cultivados con espárrago blanco, producto típico de Rivoli.
La siguiente etapa es Spiazzi di Caprino Veronese donde se puede visitar el espléndido santuario de la Madonna della Corona (atención: carretera llena de curvas cerradas). Montados en la moto se prosigue hacia Caprino Veronese para visitar el sugestivo Palazzo Carlotti, sede del Museo Cívico y se continúa por Costermano, Affi y Cavaion Veronese donde es posible admirar algunas elegantes villas.
La vista panorámica del lago desde lo alto, provoca grandes emociones y su interior está lleno de tesoros históricos y naturales.