En el año 2000, Verona fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad. La motivación aclara: «La histórica ciudad de Verona, fundada en el siglo I a.C., experimentó períodos de expansión en los siglos XIII y XIV bajo el dominio de la familia Scaligeri y desde el siglo XV hasta el siglo XVII bajo la República de Venecia. Asimismo, constituye un ejemplo excepcional de fortaleza. Verona ha conservado un número considerable de monumentos antiguos, medievales y renacentistas. Es una ciudad de cultura y de arte».
Y, de hecho, las huellas de su glorioso pasado son visibles por todas partes todavía hoy. Después de Roma, Verona es considerada la segunda ciudad de Italia en cuanto a presencia de restos romanos muy bien conservados, como el anfiteatro conocido como la Arena, el Teatro Romano, el Puente de Piedra, el Arco de los Gavi y la Puertas de los Leones (Porta dei Leoni) y la Puerta de los recaudadores de impuestos (Porta dei Borsari), por citar solo algunos.
También cabe destacar los signos del desarrollo político y económico que conoció la ciudad a partir del año 1000, como las iglesias, los palacios y los monumentos que pertenecieron a la familia Scaligeri. Existen además otros valiosos testimonios históricos y artísticos, como el perímetro de las murallas, las puertas y los bastiones de la República de Venecia y las fortificaciones del período de los Habsburgo.