Ruta del Vino Arcole
Detalles de la ruta Punto de salidaArcole Punto de llegadaSan Bonifacio

El viaje siguiendo los pasos de Napoleón comienza en Arcole, más precisamente, en el río Alpone, donde encontramos el famoso puente, centro de los acontecimientos bélicos y el Sacelio de San Juan Nepomuceno, protector de las aguas y de los barcos. De los manufacturados queda muy poco, habiendo sido restaurados y reconstruidos varias veces. En el casco histórico de Arcole, entre las construcciones antiguas originales, se encuentra el obelisco napoleónico de 1810 y el Museo Napoleónico local para perpetuar la memoria histórica.

Atravesamos la localidad de Zerpa, elegida por Napoleón como campo de batalla contra las tropas austríacas, y llegamos al municipio de Ronco all’Adige, donde todavía sobresale el antiguo campanario, elegido por los generales para observar las fases de las batallas. Originalmente la torre formaba parte del antiguo castillo medieval construido sobre la base de restos romanos y medievales de gran valor arqueológico para la zona. Al lado, surge la antigua parroquia de Ronco, edificada sobre los cimientos de la primitiva parroquia románica de la que quedan muchas señales en el muro externo. Su primera estructura data del siglo IX.

Dejando atrás Ronco y caminando hacia la localidad de Albaro, encontramos Corte Polfranceschi, que surge exuberante en el campo circundante. En esta amplia villa, poderosa y solitaria del siglo XVI, se llevaron a cabo importantes experimentos relativos al cultivo del gusano de seda y al cultivo de arroz. Por encima, una vez atravesado el río Adigio, en el municipio de Belfiore, los aficionados a los sistemas hidráulicos podrán ver de cerca la alcantarilla llamada del Cristo con función de desagüe, provista de estación de manipulación y atención, a día de hoy, en funcionamiento.

Continuando por un camino, dejando atrás la villa Panterona, se llega a la villa Tantini Banterle, en la localidad de Gombion, que vivó directamente la furia de las tropas en los días de la batalla, hasta el punto de que, en algunas ocasiones, los ataques austríacos y franceses partían precisamente de ella para llegar al campo de batalla de Zerpa. Lo que atrae todas las miradas es una torre de avistamiento antigua y el cercano Oratorio de San Marco. Un poco más lejos, la sucesión de centros religiosos continúa con el monasterio de Lepia: un gran complejo de construcción formado por la iglesia, el antiguo convento y por las casitas campestres amplias y articuladas dentro de un gran cortijo rural.

Ahora nos dirigimos hacia Caldiero, donde el paisaje circundante ha conservado bastante intacto el tramo distintivo de una arquitectura rural que combina perfectamente con la disposición ordenada de los cultivos. El municipio es célebre por la presencia de antiguas termas donde se practica la cura hidropínica y la balnearia.

Después de Belfiore, donde apreciamos el Santuario de la Virgen del Camino (Madonna della Strà), llegamos a San Bonifacio, última etapa de nuestro itinerario, donde el propio Napoleón, al final de la batalla de Arcole, visitó a los soldados heridos que se alojaban en la iglesia de San Pedro de Villanova (siglos VIII-IX y XII), transformada en hospital militar. Aquí se erige el castillo y la iglesia de Sant’Abbondio, citada en 1117 y 1199 (arcipreste y “fratres”) y reconstruida en el siglo XV con la incorporación de notables obras de arte.

Pressana - Cologna Veneta

Tierra del prosciutto Berico-Euganeo, en Pressana es posible visitar un instalación de producción de este producto, único por su dulzura y suavidad que tan bien se combina con el Arcole Merlot.

Después, nos lleva a Cologna Veneta, donde una parada obligada es el Museo de la Civilidad Paleovéneta y una visita a las instalaciones de producción del Mandorlato de Cologna Veneta, dulce a base de miel y almendras, que no puede faltar en las mesas vénetas en Navidad.

En esta zona, se producen vinos tintos de gran carácter, de viñedos internacionales, como el Merlot y Cabernet, y el blend bordolese Nero d’Arcole, obtenido con pasión de las uvas Merlot y Cabernet.

También se producen vinos blancos de viñedos autóctonos e internacionales, como Pinot Bianco, Pinto Grigio, Chardonnay, Garganega y Bianco Arcole.