Grandes prados y luego pastizales, bosques, cuencas y valles profundos, rocas erosionadas por el agua, grutas prehistóricas y torcas, el gran altiplano de Lessinia, en la provincia de Verona, es un territorio de más de 10.000 hectáreas tutelado desde 1990 con la institución del Parque Natural Regional. Es un ambiente emocionante para vivirlo en todas las estaciones y particularmente en otoño, acompañados por el tibio sol que ilumina el espectacular follaje, cuando el verde intenso de las copas de los árboles se va tornando amarillo, luego anaranjado y rojo para finalmente difuminarse en las tonalidades del óxido. 

También los paisajes son variados y pasan de los ambientes típicos de la llanura del río Po a los alpinos, mientras que en la colina baja se encuentran olivares, viñedos, cerezos y castaños. Más arriba se vuelven de piedra con rocas de origen sedimentario y volcánico, un enorme patrimonio geológico, prehistórico y etnográfico. Un 'tesoro' en el que es posible sumergirse gracias a los numerosos itinerarios de excursiones.

Nosotros os proponemos uno que os llevará a descubrir una obra majestuosa, un fenómeno de origen kárstico único en Europa: el Puente de Veja, aproximadamente a unos veinticinco kilómetros de Verona y a una altitud de 600 metros.

Este "gigante de piedra" que une la cumbre de dos colinas, tiene dimensiones excepcionales:ancho aproximadamente 17 metros, con un espesor de casi 10, la nave de más de 50, y con una altura de unos treinta metros con respecto al lecho del torrente subyacente. Es una arquitectura absolutamente natural - afortunadamente aquí no intervenido la mano del hombre - el puente no es más que el arquitrabe de entrada de una antigua caverna kárstica cuya parte interior se ha derrumbado en época prehistórica (presumiblemente hace 100.000 años). Debajo de los restos del derrumbe se encuentran otras dos cavernas kárstica, donde han sido encontrados restos del Paleolítico Medio e Inferior. Narra la leyenda que el puente ha sido visitado por Dante que aquí tomó la inspiración para describir las Malebolge de su Infierno. Igualmente Mantegna, artista del renacimiento, se inspiró en la arcada para la invención del fondo de un fresco de la celebre Habitación de los Novios del Palacio Ducal de Mantova.