Desde siempre un punto de referencia para la cría y la comercialización de productos equinos, el primer hito histórico fundamental para esta zona geográfica es 1772, año en el que Bibbiena planificó y supervisó la construcción del primer recinto ferial para caballos, mulas, burros y burdéganos.

Durante más de 100 años, aquí se celebraron carreras de caballos con su correspondiente mercado de los mejores ejemplares, hasta el fatídico año 1898. Ese año comenzó la historia moderna de la participación de los Scaligeri en ferias: la primera edición de la Feria de Caballos y de Agricultura.

A lo largo de los años, ha ido experimentando un desarrollo exponencial, pasando de ser un simple mercado equino a convertirse oficialmente en 1950 en Feria Internacional y consolidarse como evento líder del panorama ecuestre mundial.

Resulta fundamental la capacidad del evento para mantener vivas las nobles y antiguas tradiciones del caballo, especialmente desde la posguerra, cuando el notable crecimiento económico y agrícola lo dejó parcialmente al margen de la vida humana.

Fieracavalli es un «catalizador de interés» no solo para los entusiastas, sino sobre todo para los miles de personas, en su mayoría jóvenes, que a través del caballo se reconocen en una nueva forma de concebir la vida, vinculando deporte, música, diseño, arte, solidaridad, historia, ocio, turismo y aventura.