Feltre

Una historia antigua para este tesoro de maravillosas obras de arte

Feltre, una de las pequeñas ciudades amuralladas más sugestivas del Véneto, nace encaramada a un cerro que domina la extremidad occidental del valle Valbelluna. Las calles del centro histórico se pierden entre los edificios del siglo XVI con sus características fachadas pintadas al fresco, con sus ajimeces y sus balcones a la moda renacentista; preciosas joyas arquitectónicas que hablan del esplendor de la dominación veneciana y nos deleitan con su discreta belleza. 

Alrededor de la Plaza Mayor, centro neurálgico de la vida de la ciudad, se descubre el Palacio de la Ragione que alberga el antiguo Teatro de la Sena o "de la escena", lugar en el que dio sus primeros pasos artísticos el famoso comediógrafo veneciano Carlo Goldono. Por otra parte, el Palacio Cumano alberga la Galería de Arte Moderno "Carlo Rizzarda", por el nombre del artista que quiso dejar como herencia a su ciudad uno de los mayores ejemplos europeos del antiguo arte del hierro forjado. 

Casi queriendo igualar en altura las cumbres feltrinas, entre los edificios del centro histórico destaca la torre del Castillo de Alboino, cuyo nombre está relacionado, según la tradición, con la reconstrucción de Feltre por obra de los Longobardos.

Aproximadamente a tres kilómetros de Feltre, en la localidad de Anzù, se encuentra un lugar con mucho encanto: el milenario Santuario de los Santos Vittore y Corona, una joya del arte románico-bizantino con preciosos frescos de la escuela giottesca.

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