Graciosa ciudad amurallada de origen medieval, Cittadella conserva intactos sus muros en forma de elipse irregular, intercalados con treinta y dos torres. Esta muralla, aún visitable, fue costruida en torno al año 1220 con fines defensivos y ofrece unas hermosas vistas sobre la ciudad. Cruzando el puente de entrada, se descubre que el espacio está ordenado por dos calles principales que llevan desde el centro hasta las cuatro puertas de la ciudad. La entera disposición urbana constituye un interesante ejemplo de arquitectura fortificada medieval.
Cittadella, condecorada con la medalla de plata al valor militar per su actividad en la lucha partisana durante la Segunda Guerra Mundial, aparece citada en la Divina Comedia dantesca gracias a su Torre de Malta, prisión que Ezzelino II da Romano hizo construir en 1251. Hoy en día, la Torre de Malta es sede de un museo arqueológico y su planta baja está dedicada a una amplia sala de congresos.
De visita obligatoria son la Iglesia de Santa Maria del Torresino, recientemente restaurada y reabierta al culto, y el Palacio Pretorio, encantadora residencia señorial con la puerta de entrada de mármol rosado de Verona, hoy en día sede de exposiciones. El Duomo o Catedral conserva diversas obras de arte, así como el Palacio de la Loggia y el Teatro Sociale se han convertido en símbolos de esta pequeña ciudad.
Igualmente, merece una visita el Convento de San Francesco, construido en 1481 y caracterizado por un luminoso claustro, así como la encantadora pequeña Iglesia de Santa Lucia di Brenta, perteneciente a un monasterio benedictino del año 1100.
